lunes, 7 de julio de 2014

Transformers 4: La era del Tedio

Hasta el logo de los Decepticons no se atreve a dar la cara completa a causa de esta porquería...

El cine es como un patio de recreo, todos nos vamos conociendo y con el pasar del tiempo sabemos quien es el que se roba el almuerzo, al que estudia y estudia pero no le dan el Oscar, perdón el 100, y quien se dedica a pararse debajo de las gradas a ver las faldas de las niñas... ¿En que estaba? Ah si, también está el chico que todo lo exagera; adornando sus relatos con miles de detalles "extras" que todos sabemos que no sucedieron pero ya estamos tan cansados de oírlas y de saber que no van a cambiar que nos abandonamos a la resignación de seguirle el cuento.

Ese, ese niño es Michael Bay...

Transformers 4 repite la formula de las otros 3 filmes, robots gigantes apenas distinguibles en escenas de batallas pareciendo mas un choque de fierros torcidos que los héroes de la infancia de muchos de nosotros.

Intro

Cinco años han transcurrido desde los sucesos de Chicago, donde los Autobots y los Decepticons tuvieron (otra vez...) su batalla final. La gente del mundo ahora le teme a los robots gigantes y el gobierno se aprovecha de esto para darles caza indiscriminadamente a todo aquel que mida mas de 5 metros y se pueda disfrazar de vehículo. Pero, conocemos a Bay y sabemos de que lado renquea, hay que introducir una segunda historia humana para que podamos sentir identificación con algo.

Un padre fracasado (interpretado por Mark Wahlberg) tiene dificultad para mantener a raya a su trozo de carne sexy para la película disfrazada de hija adolescente (interpretada por Nicola Peltz), mientras que por azares del destino se encuentra con un camión gigante destartalado que piensa hacer chatarra y venderla por partes. No sé porque siento que estoy hablando de Herbie, el buggie de cupido motorizado y no de Optimus Prime pero en fin... El resto ya se lo saben, el camión resulta ser algo más que chatarra; el humano se encariña con él y el gobierno yankee le dice que no, no se lo puede quedar porque luego son ellos los que tienen que bañarlo, sacarlo a pasear y limpiar sus gracias. (?)

La verdadera historia ya saben como va, y sino vuelvan a ver la primera, pero apuesto que mi versión hubiera sido más divertida.



"¿Que? ¿Michael Bay? ¡A mi me dijeron que esta era pelicula de Scorcese!"...

Reparto de la película

Mark Walhberg: No se necesita mucho para superar a Shia Labeouf (se necesita aún menos para hacerlo con sus fatídicos y ridículos padres) pero Wahlberg logra hacer del papel del padre sobre protector perdedor algo fresco y hasta ¿me atreveré a decirlo? divertido.

Nicola Peltz: Megan Fox, Rosie Huntington-Whitely, un florero, un poster de taller mecanico... entienden la idea...

Jack Reynor: El "traidito" de la película, sus únicos momentos interesantes son cuando interactúa con su suegro celoso, curiosamente.

Kelsey Grammer: Al principio dudé si era él, pero conforme pasó la película pude confirmarlo. Su papel como agente de Gobierno con planes ocultos es genial, tiene una presencia fría e intimidante que en lo personal, me convenció

Stanley Tucci: El arrogante visionario hecho con el molde "Stevejobesco" de nuestra era, Tucci es un actorazo que transmite carisma y a pesar de que su personaje es bastante cliché y plano lo saca adelante con relativo éxito.

Peter Cullen: Optimus Freaking Prime.... Aunque esta vez podemos ver a un líder de los Autobots molesto y con ganas de venganza (como para no estarlo...) su interpretación me pareció regular. Que si, Optimus que estás molesto, ¡pero no tenés porque demostrarmelo toda la pinche película!



¡Hola! Soy la maquina mediatica de Bay y vengo por tu dinero

Apreciación Personal

Cuando les digo que es Michael Bay ya saben a que atenerse. Es como si fuera por una hamburguesa y me preguntaran por su sabor y calidad y yo les respondiera "Es de McDonald´s". 

Sabrían entonces que para engañar al estomago está bien, pero no es algo que vaya a ser sano o que puedan soportar todos los días. Lo malo de Transformers 4 es que ya llevamos 3 Big Macs seguidos y aunque el tercero tuvo su saborcito, el cuarto ya empieza a darnos nauseas y ganas de vomitar. Por mucho juguete de Dinosaurio que venga en nuestra cajita Feliz...

En ese aspecto me sentí como en Iron Man 3, pero sin el (maldito, estúpido, odioso y #"$!$$#%") Mandarín. Toda una historia ridícula con un humor patético de niño chiquito que parece construida como excusa para llegar al ultimo acto y ver la gloriosa escena final que tanto ha venido levantando expectativa (¡DINOSAURIOS GI-GAN-TES METALICOS! ¡¡YEAAAH!!! *ataque de testosterona*). 

Los personajes no tienen profundidad y por ende no despiertan mayor interés, te da igual que se maten o se tiren de un edificio de 40 pisos porque la historia no crea conexion entre el espectador y ellos, es plana, simple y no hace más que agarrarse del cliché de el gobierno estadounidense dominando y controlandolo bajo un velo total de secretismo.

Solo queda esperar que Bay tenga piedad de lo que queda de nuestra niñez y las Tortugas Alienigenas Mutantes Ninjas no sean un bodrio también.

Por cierto, me quedó la mosca en la oreja que no hay ni una mención de Sam Witwicky en todo el largometraje. Uno esperaría que Bumblebee lo trajera a colación aunque sea a manera de anécdota pero nop... pareciera que le hubieran borrado la memoria. Ojalá pudiera hacer lo mismo con esta cochinada de 2 horas y 45 minutos.


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